Neurholeg
Sistema integral de evaluación psicométrica "Todo en Uno" que analiza talentos naturales basados en la DHC, perfiles de personalidad, tipo de motivación, nivel de optimismo, perfil de estrés, valores organizacionales y coeficiente intelectual. Su objetivo es promover un diagnóstico integral Neuropsicométrico, todo en uno, que arroje un perfil completo y específico del evaluado.
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DHC
Es una Prueba Neuropsicométrica que mide los talentos naturales del evaluado por medio del análisis de la funcionalidad hemisférica cerebral. Su función es diagnosticar los talentos naturales del evaluado, identificando el perfil de estrés y su nivel de optimismo, contribuyendo a determinar el puesto más adecuado de acuerdo a sus competencias naturales.
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CERTICO
Evaluación Psicométrica y Neurofisiológica que te permite diagnosticar las tendencias conductuales del individuo y determinar su índice de confiabilidad. Su objetivo es diagnosticar el índice global y especifico de confianza del evaluado. Cuenta con tres normas aplicables a los niveles jerárquicos de las organizaciones.
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RIBB
De fácil aplicación, corto tiempo y resultados inmediatos, RIBB es una evaluación diseñada para analizar y diagnosticar el riesgo de deserción escolar que manejan los estudiantes de educación media superior y superior entre los 15 y los 20 años de edad, incluyendo la tendencia a promover o ser objeto de bullying.
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TES
Evaluación diseñada para impactar de forma benéfica la cultura organizacional de una institución en el área de servicio a clientes. Diseñado en y para población mexicana, de fácil y corto tiempo de aplicación y resultados inmediatos, TES es una innovadora herramienta que diagnostica la capacidad del evaluado.
Ver másEL SIGNIFICADO PSICOLÓGICO DE LA NAVIDAD“El fin de año huele a compras, en horabuenas y postales con votos de renovación, y yo que sé del otro mundo que pide vida en los portales me doy a hacer una canción. La gente luce estar de acuerdo, maravillosamente todo parece afín al celebrar, unos festejan sus millones, otros la camiseta limpia y hay quien no sabe que es brindar…” Qué razón tiene el artista cubano cuando es capaz de compartirnos el lado emotivo que contiene la navidad; sin lugar a dudas, de forma manifiesta celebramos en la mayoría de familias la alegría de reunirnos a cualquier costo físico, económico, emocional y moral. Las grandes empresas capitalistas parece que conocen de este fenómeno al colocar bajo aparente oferta, todos aquellos objetos que se utilizarán para compensar los vínculos emotivos heridos. Es así como bebidas, prendas, juguetes, alimentos y accesorios de adorno, desfilan y se intercambian con el único deseo de que la generosidad sea una muestra del amor fraternal que anhelamos compartir. Lamentablemente la formula no siempre funciona para lograr que los objetos afectivos superen a los objetos materiales; esto se debe a que tienen diferentes esencias los regalos y el amor.
Dentro de las múltiples historias que se escenifican en la navidad no son desconocidas aquellas que pretendan reparar sus vínculos, pero en su lugar terminan por empeorarlos más, debido a que a lo largo del año se ha estado expuesto a condiciones de violencia, rencor, odio y deseo de venganza; además de otros derivados de lo que el maestro Freud denominara el instinto de agresión o de muerte. Es por esto que en muchas ocasiones no resulta posible reparar en unos días –o en una noche– el instinto que se ejercitó durante todo el año. Bajo esta exposición, el anhelo profundo de la navidad es celebrar la vida y el rencuentro afectivo con quienes amamos y nos aman. Sin que la violencia que desadapta se imponga. Para lograr esto son necesarias dos cosas: la primera es que seamos capaces en la vida de superar nuestros propios complejos, orgullos y dolores lacerantes; la segunda consiste en que la esencia afectiva de la navidad ocurra cada noche en todas las personas y no sólo el fin de año.
La navidad se convierte en la última parte del año donde se pretende renovarse de aquellas pesadillas de las que el ser humano no puede prescindir. Navidad es un nacer a la oportunidad y un renacer a la continuidad de un año que agoniza, pero que se mantiene estableciendo una especie de intermitencia, una forma de tregua entre los momentos dolorosos y aquellos instantes de reconfortante felicidad, bajo ésta tónica, la navidad es la oportunidad prestada a aquellos que ilusionados pretenden experimentarla. El ser humano tiene como principal objetivo la felicidad, y es justo por estas fechas donde encuentra una oportunidad de lograrlo, pero también advierte que depende de la historia trazada durante el año, de las acciones llevadas acabo con aquellos que considera sus semejantes y que además son queridos por él. Los deseos manifestados se convierten en una forma de ofrecerse como humano, con esa característica que lo hace especial en la vida que transcurre con momentos dolorosos, en otros afortunados, pero que en la navidad se sobrepone asegurando que valió la pena la espera del instante. Es por eso que el fin de año huele a compras, pero también a un intersticio donde la reflexión debe ser fundamental en los propósitos. Nada termina, sencillamente se le cede el lugar a un nuevo calendario que puede ser acompañado de una oportunidad de reivindicación afectiva.
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